Es probable que no te haya ocurrido y esperamos que siga siendo así. Pero el “por si acaso” nunca está de más y tampoco el ser precavido. Tener los conocimientos básicos para saber cambiar una rueda, en el supuesto caso de que durante nuestro viaje suframos un pinchazo o un reventón del neumático, seguro que lo agradeceremos.
Es importante cambiar el neumático ante el menor síntoma de mal funcionamiento, ya que, por ejemplo, circular con la rueda pinchada durante varios kilómetros puede dañar el neumático e incluso la llanta. Si notas que algo falla, mantén la calma y el control sobre el vehículo, estaciona el coche en un lugar seguro para comprobar los daños y cambiar la rueda con total seguridad.
Para cambiar una rueda necesitamos: chaleco reflectante, triángulos de señalización de peligro, rueda de repuesto, gato, llave y tornillo antirrobo
1.- Para el coche en un lugar seguro, fuera de la calzada y del arcén de la vía.
2. -Ponte el chaleco reflectante y coloca los triángulos. Estos se deben colocar al menos a 50 metros del coche detenido (unos 100 pasos). Deben ser visibles a 100 metros. Saca todo lo que vas a necesitar.
3.- Afloja las tuercas y utiliza el tornillo antirrobo, en caso de que sea necesario. Si tiene tapacubos o embellecedor, puedes necesitar un útil y habrá que retirarlo previamente.
4.- Coloca el gato en un lugar apropiado. En el manual del fabricante se indica cuál es el sitio idóneo.
5.- Levanta el vehículo hasta que la rueda pinchada no toque el suelo.
6.- Quita todas las tuercas y saca la rueda.
7.- Coloca la rueda de repuesto.
8.- Pon las tuercas y apriétalas con la mano.
9.- Baja el vehículo con el gato hasta que la rueda de repuesto toque el suelo.
10.- Aprieta fuerte las tuercas con la llave.
CUANDO YA HAYAS CAMBIADO LA RUEDA
Cuando hayas terminado esta sencilla operación, comprueba la presión del neumático que acabas de poner. Desde Norauto recomiendan hacerlo con frecuencia para tener la rueda de repuesto preparada y evitar en la medida de lo posible este tipo de imprevistos.
Hay que tener en cuenta que si se trata de una rueda de emergencia, también llamada de “galleta”, ésta hay que usarla sólo hasta que se cambie por una nueva o se repare la anterior. En este caso la velocidad máxima no puede exceder los 80 km/h.
Finalmente, se recomienda llevar la rueda pinchada al taller para valorar su reparación o sustitución en caso de que sea necesario. De esta forma dejaremos el coche nuevamente preparado para volver a salir a carretera con seguridad.
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